Lluvia dorada

 ¿Qué es la "lluvia dorada"?

Lluvia dorada... Esto puede sonar como una metáfora o algo significativo en la naturaleza, pero no, este término es usado para referirse a uno de los fetiches y parafilias más comunes y se trata de nada más y nada menos que de la orina, ya sea que te orinen en el cuerpo, boca, cara, beberla, orinar a tu pareja, también aquí puede entrar el voyeurismo como mirar cómo orinan a alguien, recordemos que esto tiene que ser consentido entre y por las personas que van a disfrutar de esto, por otro lado, la dominación también forma parte de este fetiche ya que involucra el juego de poder y sumisión donde uno de los miembros de la pareja es el dominante, quién orina y el otro la parte sumisa, quien la recibe. 

Riesgos 

Como nos dice nuestro sentido común jugar con los desperdicios del cuerpo ajeno en nosotros no es lo más sano, ni higiénico pero además de esto también tiene otros riesgos, la orina contiene muchas bacterias y por medio de esta se puede transmitir enfermedades e infecciones bacterianas de la uretra o vejiga, como la hepatitis A o B, si alguno de los dos es portador.

La orina tiene componentes químicos a los cuales nuestra piel puede ser alérgica, recordemos que hay que estar sanos para poder hacer esto ya que si el lado dominante tiene una afección urinaria que provoque que haya sangre en su orina, la parte sumisa estará bebiendo toda la infección, que puede incluir virus como el VIH, si el activo —el o la que orina— es portador o portadora. 

¿Cómo practicarla y protegerse? 

Recomendaciones para hacer este acto algo seguro y lo más higiénico posible. Las reglas generales sugieren practicarla en la ducha, mientras el agua fluya. Volviendo recalcar que tiene que hacerse con el consentimiento de todos los participantes.

Lo primordial es asegurarse de estar sanos hay que ser muy responsables en ese sentido, así como abstenerse de toda práctica sexual si tienen alguna herida o laceración en la piel, y no hacerlo hasta que hayan sanado. 

A la hora de hacerlo debemos usar el momento intermedio del chorro de orina, que está más libre de bacterias que el principio y el final. 

Por último, se les recomienda jamás beber la orina ajena, limitándose al olfato, lo visual y lo táctil.